Una iniciativa de la Asociación María de Nazaret
Los primeros misioneros llegaron a Filipinas en 1565.
Un filipino escribe: “Podemos afirmar que un factor decisivo en la rápida propagación del cristianismo en Filipinas fue la devoción a María Santísima. El amor de la Santísima Virgen tocó los corazones de los filipinos abriendo un camino de aceptación general a las verdades de la fe católica.”
Frente a Manila, en 1646, dos pequeños galeones, luchaban contra quince batallones de las fuerzas holandesas calvinistas. Antes de la batalla, los marinos católicos (españoles y filipinos) rezaron el Rosario. En lo más difícil del combate, hicieron “la promesa Naval”, se comprometieron a celebrar una fiesta en honor de Nuestra Señora del Rosario para agradecerle la victoria. Y salieron victoriosos.
Esta promesa los comprometía únicamente por una fiesta, pero todo el país continúa festejando el segundo domingo de octubre.
En 1974 se constituyeron los “Rosary blocks” es decir grupos de familias que rezan el rosario juntos en casa.
Los católicos representaban en el año 2000 el 83% de la población de Filipinas.
Filipinas: María y la historia nacional
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Dios te salve, Maria, llena eres de gracia, el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros, pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amen.