Una iniciativa de la Asociación María de Nazaret
Lo característico del amor es de acomodarse al ritmo de las palabras sencillas y cálidas. Así que si sientes la necesidad de alimentar tus oraciones con textos bíblicos, hazlo. Y si te das cuenta de que después del trabajo, encuentras la paz tomando tu rosario y sumergiéndote en una oración rítmica y repetitiva, disfrútala.
Recuerda esto: si consigues rezar el rosario completo sin la preocupación de pensar en otra cosa, sino en estar contento, en serenidad, junto a la Madre de Jesús, regocíjate, porque sin duda estás bajo la acción del Espíritu Santo y eso es lo único que cuenta cuando oramos.
Para quien no entiende la vida espiritual, la oración del rosario es sinónimo de actividad mecánica, estúpida, inútil.
Para quien es "espiritual", para quien ha avanzado en el camino de la oración, el Rosario es la forma más fácil de ayudarse a vivir la oración de forma concreta y durante largo tiempo.
No temo decir que el que ama este tipo de oración y que se siente a gusto al rezar el rosario es un contemplativo, o avanza ciertamente por el camino de la contemplación.
Carlo Carretto Dans Toi qui as cru Recueil marial 1986