María nos recuerda, de cara al elemento masculino, sociológico, de Pueblo de Dios, que la Iglesia es misterio femenino, más que pueblo, estructura y acción. En ella vive el misterio de la maternidad y del amor conyugal que la hace posible. Así pueden prosperar la piedad eclesial, el amor a la Iglesia.
La Iglesia no es solo organización, es organismo de Cristo, no se convierte en pueblo que a través de la mediación de la cristología, en la Eucaristía. No se trata de cristomonismo (absorción de la Iglesia y de la criatura creyente en la cristología, Solus Christus mal entendido), sino el Cristo total, cabeza y cuerpo, que son "una sola carne" (Gn 2, 24, 1 Cor 6, 17), como Jesús es carne de la carne de María.
La Iglesia es femenina "porque se reconoce responsable de lo que ha recibido y que transmite a su vez." (Hans Urs von Balthasar, el carácter mariano de la Iglesia en María, la primera iglesia, p.144).
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¿Quién es María?
Dios te salve, Maria, llena eres de gracia,
el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amen.
el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amen.