De la mano de María




Es enternecedor el cuadro que nos muestra a María 
enseñando a Jesús a dar los primeros pasos.
 ¡Y pensar que la Virgen enseñó a Dios a caminar,
 a comer, a calzarse las sandalias…!

Si Dios hecho niño se subordinó a María 
para aprender algunas cosas,
 ¿cómo nosotros no vamos a aprender de ella muchas cosas?

 Sobre todo aprenderemos a caminar hacia Dios; 
ella nos tomará de su mano maternal 
y llegaremos con certeza a nuestro Padre Dios.

No nos olvidemos, pues, de aferrarnos 
cada día a las manos de María. 
Invoquémosla, recémosle, 
acudamos a ella con confianza 
y amor de verdaderos hijos.


María, modelo de la fe, 
enséñanos a vivir el Evangelio de tu Hijo.


* P. Alfonso Milagro