La familia nunca es tan familia como el día de la Madre;
la Iglesia nunca es tan Iglesia como el día de la Madre,
de la Madre de Cristo y Madre nuestra también
así lo sentimos todos:
los indiferentes no menos que los fervientes
El mes de María en todas las Iglesias...
esas colas interminables de fieles, de hombres,
de gente alejada que siente en su corazón tal día
como hoy la nostalgia del hogar.
Es la Madre y aquí viene María
también como cuando pequeños a descansar en su regazo,
¡qué día de tantas emociones para los hijos;
de tantas alegrías en el cielo
porque en el cielo hay alegrías suplementarias
En verdad os digo que más alegría en el cielo por un pecador
que por tantos...
San Alberto Hurtado Cruchaga, S.J