El Corazón de María estuvo siempre lleno de Dios;
lleno de Dios su espíritu por la plenitud de la gracia; l
lenas de Dios sus entrañas virginales por el misterio de la encarnación del Verbo; llena de Dios su memoria por la recordación viviente
de la muerte y la resurrección de su Hijo.
Su corazón guardaba
y vivía el misterio salvador de Dios.
¿Y el nuestro? ¿
Qué guarda en su profundidad?
¿Está lleno o vacío de Dios?
Santa maría,
camina delante de nosotros
para que no equivoquemos el camino
que lleva a tu Hijo.
* P. Alfonso Milagro