– Italia: Nuestra Señora Auxilio de los cristianos (1723)
Por el camino espiritual del Rosario, basado en la constante contemplación del rostro de Cristo, en compañía de María, estamos llamados a continuar el exigente ideal de conformarnos en él a través de una frecuentación que podría decirse "amistosa". El Beato Bartolo Longo dijo al respecto:
«Así como dos amigos, que se encuentran con frecuencia, terminan por parecerse, incluso en el modo de vivir, nosotros, también, conversando familiarmente con Jesús y la Virgen, a través de la meditación de los misterios del Rosario, y formando juntos la misma vida de comunión, podemos llegar, en la medida en que nuestras limitaciones nos lo permitan, a asemejarnos a Ellos, a aprender de sus ejemplos sublimes a vivir de forma humilde, pobre, oculta, paciente y perfecta. »
El Rosario nos lleva místicamente a María. En la casa de Nazaret, Ella estuvo dedicada a seguir el crecimiento humano de Cristo; por medio de esa razón Ella puede educarnos y modelarnos con el mismo cuidado, hasta que Cristo sea "totalmente formado" en nosotros (cf. Gal 4,19).
Su Santidad Juan-Pablo II
- N°15 de la Carta Apostólica Rosarium Virginis Mariae
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Quién es Maria?
Dios te salve, Maria, llena eres de gracia,
el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amen.