En pleno gulag, la Virgen María vino a dar ánimos a sus hijos que sufrían

16 junio
– Italia: N.S. de los Siete Dolores (1892)

Háblennos de Dios, de Jesús y de María su Madre

En la Unión Soviética (U.R.S.S.) en la década del sesenta, una comunidad religiosa clandestina albergaba un noviciado que fue descubierto por la policía. Todos los novatos fueron detenidos y exiliados a Siberia. Alojados en una cabaña en pleno bosque, debían cortar un cierto número de árboles por semana. Un poco más lejos, había otras chozas y barracas con otros convictos obligados a la misma tarea.
Una noche, mientras las chicas rezaban a la Virgen, golpearon con violencia a la puerta. Aterrorizadas, temblando, finalmente terminaron por abrir... Veinte tipos rudos penetraron en la cabaña. Uno de ellos se explica: "Nos dijeron que ustedes son religiosas. Háblennos de Dios, de Jesús y de su Madre. Vivimos aquí desde hace ya treinta años y sin un párroco. "

A partir de ese momento, la cabaña de las novicias se convirtió en una iglesia. Los convictos se reunían allí discretamente en silencio, pero de manera constante.

Las novicias les ensenaron las oraciones olvidadas, predicaron, bautizaron a niños y adultos. Los otros detenidos los liberaron del trabajo y cortaron los árboles en su lugar para que ellos tuvieran tiempo para orar. Así, en pleno gulag, la Virgen María vino a dar ánimos a sus hijos que sufrían.

Mgr Hnilica, dans "Pro Fratribus" 1974 
- Recueil marial 1976

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Dios te salve, Maria, 
llena eres de gracia, 
el Señor es contigo, 
bendita tú eres entre todas las mujeres 
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.

Santa María, 
Madre de Dios, 
ruega por nosotros, pecadores, 
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amen.