El hijo que deja pasar todo un día
sin hablar con su madre
difícilmente puede ser calificado como buen hijo.
La Virgen, nuestra buena Madre,
está continuamente a nuestro lado,
dispuesta siempre a escucharnos y a ayudarnos.
No podemos, pues,
dejar pasar ni un solo día
sin dedicarle algunos minutos de oración
para saludarla, conversar con ella,
consultarle nuestros problemas,
pedirle su ayuda maternal,
manifestarle que la amamos profundamente,
que nos sentimos sumamente felices de ser sus hijos
y prometerle que siempre le seremos fieles.
Que el Espíritu de Jesús
aliente nuestra oración
y nos permita abrirnos a Dios
como lo hizo María.
* P. Alfonso Milagro
sin hablar con su madre
difícilmente puede ser calificado como buen hijo.
La Virgen, nuestra buena Madre,
está continuamente a nuestro lado,
dispuesta siempre a escucharnos y a ayudarnos.
No podemos, pues,
dejar pasar ni un solo día
sin dedicarle algunos minutos de oración
para saludarla, conversar con ella,
consultarle nuestros problemas,
pedirle su ayuda maternal,
manifestarle que la amamos profundamente,
que nos sentimos sumamente felices de ser sus hijos
y prometerle que siempre le seremos fieles.
Que el Espíritu de Jesús
aliente nuestra oración
y nos permita abrirnos a Dios
como lo hizo María.
* P. Alfonso Milagro