« Oh Nuestra Señora, mi soberana, tú que me diriges, Madre de mi Señor, Sierva de tu Hijo, Madre del Creador del mundo, vengo a ti para orar.
Te ruego, te imploro, que me obtengas el espíritu de mi Redentor, que sea digno de conocerte tal como eres, de hablar de ti dignamente y que diga todas las verdades acerca de ti que son dignas de ser dichas. »
San Ildefonso de Toledo
(607-667)
Dios te salve, Maria,
llena eres de gracia,
el Señor es contigo,
bendita tú eres entre todas las mujeres
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte.
Amen.